16 sept 2009

Hasta entonces

Lejos, muy lejos.
Espero.
Más lejos, demasiado lejos.
Me impaciento.

Tan lejos, más lejana que el horizonte.
Me aburro.

Ya no te veo, estás más lejos que las estrellas.
Entonces busco a tu remplazo.

No volverás.
Estás tan lejos y dejaste de voltear.
Hace mucho.
Dejaste de voltear hacia aquí.

Hoy.
Te recuerdo.
Vagamente.

Ayer.
Te fuiste.
Lejos.

Mañana.
Te olvidaré.
Te abandonaré en el fondo de mi mente.

Pasado Mañana.
Encontraré a otra persona.
No serás tú, trataré de ponerla en tu lugar.

El Lunes.
¿Te volveré a encontrar?
¿Más Feliz? ¿Linda? ¿Sabia?
¿Triste? ¿Decrépita? ¿Hermosa?
No lo sé.

Si no el Lunes o el martes,
la próxima semana,
el mes que entra,
el siguiente año,
o la vida sucesiva.
Ojalá.

Si no, dormiré a veces con mi memoria.

Esperaré hasta ese momento.
Al ver tus ojos
¿recordaré tu sombra?,
¿recordaré tus facciones?
¿recordaré tus gustos?
No lo sé.

¿Me recordarás?
Verás una cara familiar.
Una cara memorable.
¿Me verás a los ojos sin ver nada?
¿Te veré a los ojos sin ver nada?

Seremos extraños conocidos.
Hasta entonces.

Te guardaré cerca en algún lugar de mi mente.
No seré capaz de reemplazarte fácilmente.
Aunque estés más lejos que mi infancia.
Te seguiré viendo.
Eventualmente.
En el firmamento.

Algunas cosas me recordarán a ti.
Otras no.

Serás un vago recuerdo hasta que te vuelva a ver.
Hasta que te salude sin esperar y quizás sin recibir respuesta.
Y momentos después pienses en un loco que te saludó.
Que quizás conocías o quizá solo quería molestarte.
No lo sé.

Yo sólo sé que mientras estés lejos, te recordaré.
A veces.
Cuando tenga tiempo y disposición.

Hasta que te encuentre.
Y me mires a los ojos.
Y te mire a los ojos.
Sin ver nada tú.
Quizás viendo algo yo.
Puede ser que yo te recuerde,
quiénes fuimos, quién soy, quién eras.
Si me recuerdas me sonreirás.
Si no, sólo me darás gusto por el momento.
Estaremos ajenos y extraños.

Con un beso y un abrazo fugaz.
Incómodo y sutil.
Me saludarás.
Te despediré.

Hasta entonces.
No pensaré en ti seguido.
Para hacer más emotivo ese instante.

Hasta entonces.
Dejaré de ver las estrellas buscándote.
Sólo te encontraré en el cielo de vez en cuando.
Alejándote.

Hasta entonces.
No lloraré ni reiré por ti.
Sólo te pensaré cuando mire el cielo.

Hasta entonces.
Serás una ilusión, un espejismo febril.
Un recuerdo vago de un amigo o de una novia.

Olvidaré tu cara y tu carácter.
Recordaré tu persona.

Pero no olvidaré tus ojos.

Hasta entonces.
Soñaré y pensaré en ti a veces.
Como una idea más que como una persona.

Hasta entonces.

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